Nueva Política Nacional de Convivencia escolar

El MINEDUC presentó la cuarta actualización de la Política Nacional de Convivencia Escolar. Contempla un Plan de Acción con ocho categorías que agrupan las medidas que los distintos actores del sistema educativo deben comenzar a implementar a partir de este año 2024. IMPUEDUC cuenta con una metodología que aborda este gran desafío de manera fluida, eficaz y con bajo impacto en las tareas cotidianas de la institución. Nuestra propuesta permite en concreto coordinar la participación de los diversos estamentos de la comunidad educativa, levantar y sistematizar información, actualizar y alinear los Reglamentos o Manuales de Convivencia en relación con esta nueva política, y asegurar una estrategia comunicacional y de difusión permanente.

El docente de aula, protagonista principal en la educación de niños, niñas y jóvenes.

Estudiantes en el aula

¿Qué hace a un docente un buen docente?.

El docente que se hace experto/a a partir del ejercicio de su profesión, lo hace debido a la práctica, asociada a la reflexión y el análisis de esta; eso es lo que genera la experticia de enseñar. Sin embargo, los directores, directivos y líderes intermedios juegan un rol relevante en materia de apoyo docente y mejora de la enseñanza. Los directivos aseguran los espacios que requieren las y los profesores para aprender y desarrollarse, generan el diálogo y promueven el trabajo colaborativo enfocado a cuestionar la práctica en función de los resultados de aprendizaje de las y los estudiantes.

Los cambios culturales y los avances científicos y tecnológicos, en la sociedad actual, a nivel general, y en los estudiantes, a nivel particular, generan nuevos desafíos que interpelan a la docencia. La pedagogía actual mira las habilidades del siglo XXI, y promueve un desarrollo educativo que equilibra una cognición profunda con el desarrollo personal y social de los estudiantes, en entornos de aprendizaje más participativos, atentos al desarrollo emocional y enriquecidos con herramientas de la sociedad digital.

El Sistema de Desarrollo Profesional Docente (Ley 20903, Carrera Docente), obliga a contar con estándares pedagógicos y disciplinarios para la carrera de Pedagogía y estándares de desempeño profesional que se desprendan de los Dominios del Marco de la Buena Enseñanza, para orientar, evaluar y fortalecer la profesión.

El Marco de la Buena Enseñanza.

El Marco de la Buena Enseñanza(MBE) tiene una estructura en cuatro dominios, tal como lo define la Ley N°20.903: a) Preparación de la enseñanza, b) Creación de un ambiente propicio para el aprendizaje, c) Enseñanza para el aprendizaje de todos los estudiantes y d) Responsabilidades profesionales. Cada dominio especifica un conjunto de conocimientos, habilidades y disposiciones sobre la enseñanza y el aprendizaje que deben ser reinterpretados por cada docente a través de la reflexión sobre la propia práctica en su contexto.
El nuevo MBE (2021), se organiza en los siguientes niveles, que van desde lo más general a lo más específico:
• Dominios: corresponden a categorías de aspectos clave del proceso de enseñanza y aprendizaje que contiene el MBE, su descripción y fundamentación.
• Títulos: Presentan el contenido pedagógico al que hace referencia cada estándar.
• Estándares: representan las expectativas de un buen desempeño docente asociado a cada dominio. Explicitan lo que deber saber y saber hacer un/a docente en el ejercicio de su rol.
• Descripción: profundiza y entrega una breve explicación sobre el contenido planteado en cada estándar.
• Foco: precisa los contenidos técnicos de cada estándar.
• Descriptores: especifican de qué modo se manifiestan los conocimientos, actitudes y los desempeños de un docente que logra el estándar.

Dominio: a) Preparación de la enseñanza.

Ofrecer a cada uno/a de sus estudiantes experiencias de aprendizaje significativas y desafiantes que les permitan alcanzar los objetivos de aprendizaje propuestos y desarrollar sus capacidades de forma integral. Para esto, el docente considera los conocimientos, habilidades y actitudes propias de la disciplina, el cómo aprenden y se desarrollan los estudiantes, y sus características, intereses y contextos particulares. Al mismo tiempo planifica actividades evaluativas que entreguen evidencias de los avances en los aprendizajes, y usa dicha información para retroalimentar los procesos de aprendizaje de los estudiantes y mejorar sus propias planificaciones. En definitiva, la preparación de la enseñanza es un proceso desafiante cognitivamente ya que implica analizar, comparar, explicar, producir evidencias, buscar y generar ejemplos, y generalizar, con el propósito de anticipar y formular hipótesis respecto de cómo se despliega un conocimiento disciplinar o transversal para hacerlo accesible a todos los estudiantes.

Dominio: b) Creación de un ambiente propicio para el aprendizaje.

Este dominio reconoce que el ambiente que genera el docente en la clase es un elemento determinante en todo proceso educativo, en tanto sienta las bases para que los estudiantes puedan aproximarse de manera efectiva al aprendizaje, desarrollar las competencias personales y sociales necesarias para desenvolverse de manera activa y propositiva, y lograr un desarrollo integral. Esto implica propiciar ambientes inclusivos en los que todos los estudiantes se sientan cómodos, seguros, respetados, valorados, desafiados y apoyados. El docente organiza los recursos, espacios y transiciones entre actividades y modalidades de trabajo individual y grupal, con normas claras, consensuadas y respetadas para el trabajo en el aula, de modo que los estudiantes puedan trabajar con tranquilidad y concentración. Asimismo, fomenta interacciones que promuevan relaciones positivas y de buena convivencia en el aula y la comunidad educativa, que posibiliten el desarrollo de valores democráticos y, en términos generales, la formación de estudiantes responsables que cuiden de sí mismos, de su entorno y que entiendan la ciudadanía como un valor.

Dominio: c) Enseñanza para el aprendizaje de todos los estudiantes.

Este dominio se centra en la puesta en práctica de las experiencias de aprendizaje ya planificadas, lo que se traduce en interacciones pedagógicas mediadas por una comunicación clara entre el docente y sus estudiantes, a través de las cuales el profesor demuestra altas expectativas y promueve oportunidades de aprendizaje desafiantes para que todos sus estudiantes progresen y logren los objetivos propuestos. Para esto, el docente involucra y apoya a sus alumnos ofreciéndoles amplias oportunidades para aplicar conocimientos, habilidades y actitudes del currículum y para desarrollar habilidades de pensamiento, en situaciones relevantes según el contexto educativo, la edad e intereses de sus estudiantes y los desafíos propios de la disciplina que enseña. Durante las clases, el docente recopila evidencia respecto de cómo avanzan o se obstaculizan los aprendizajes, lo significativas e interesantes que resultan para sus estudiantes las experiencias de aprendizaje, y la fluidez y oportunidad de las interacciones comunicativas que suceden en el aula. A partir de esta evidencia, retroalimenta a sus estudiantes y ajusta su práctica pedagógica in situ.

Dominio: d) Responsabilidades Profesionales.

Los elementos que componen este dominio están asociados a las responsabilidades profesionales del docente, cuyo principal propósito y compromiso es que todos sus alumnos/as aprendan. Esto implica reconocer el impacto que tiene su actuar sobre la vida de las personas, el desarrollo de la comunidad escolar a la que pertenece y la sociedad, lo cual engrandece la profesión. A su vez, desafía al docente a un comportamiento ético, a comprometerse con su aprendizaje y desarrollo profesional continuo y a colaborar con el mejoramiento permanente de la comunidad escolar a la que pertenece. Lo anterior implica que el/la docente cuestione de manera regular su práctica para que, a través de procesos reflexivos, individuales y colaborativos, reconceptualice el cómo, el por qué y el para qué de su práctica, así como el impacto de sus decisiones en el aprendizaje de sus estudiantes. Como consecuencia de este ejercicio reflexivo, el/la profesor/a se involucra en un aprendizaje profesional continuo para la mejora y transformación intencionada de su práctica.

El MBE como instrumento Guía y orientador.

El MBE busca guiar y orientar el desarrollo y aprendizaje profesional docente, y representa una extensa recopilación y sistematización de teorías, prácticas y experiencias pedagógicas en las más diversas condiciones donde se logran aprendizajes profundos y significativos con sus estudiantes.

Para más información https://estandaresdocentes.mineduc.cl/wp-content/uploads/2021/08/MBE-2.pdf

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